Bombillas de bajo consumo

La industria de manufactura de bombillas ha sufrido recientemente una revolución de ahorro de energía, al eliminar gradualmente las bombillas incandescentes que gastan más energía y favorecer las bombillas más eficientes de LFC, halógeno y LED. Éstas utilizan entre 25 y 80% menos de energía que las incandescentes y ya que el hogar promedio gasta un 25% de su energía en iluminación eléctrica, esto tiene un gran potencial.

Estas tres bombillas de bajo consumo tienen cualidades únicas que pueden ser útiles en diferentes situaciones para satisfacer tus necesidades. Estas cualidades incluyen el brillo, el color (¿es una luz cálida o luz fría?), si funciona bien en exteriores, cuánto le toma alcanzar su brillo completo y si se puede atenuar. El precio y la eficiencia también son factores que debes considerar. Si quieres tomar una decisión informada, a continuación, puedes leer acerca de los beneficios de cada tipo de bombilla.

Primero, un poco de información acerca de las bombillas incandescentes que ya van saliendo. Esta bombilla aún es la más económica pero su corta vida y su uso poco eficiente de la electricidad la hace más costosa a largo plazo. Las bombillas incandescentes sólo tienen una duración de unas 1000 horas y convierten menos del 5% de la energía que utilizan en luz. Utilizaremos este parámetro como medida de comparación para las bombillas que se enumeran a continuación.

Bombillas LFC (Fluorescente compacta):

  • Utilizan un 75% menos de energía que las bombillas incandescentes estándar
  • Vida útil: 7-14 años (a 3 horas por día)
  • Con frecuencia, el encendido y apagado acortará la vida útil
  • Lentas para iluminar (especialmente a temperaturas frías)
  • No son excelentes para mostrar los colores exactos de los objetos
  • Contienen mercurio, que se libera cuando se rompe, por lo que se requiere que las bombillas sean recicladas
  • La mayoría no funciona con reguladores de intensidad, temporizadores y sensores de movimiento

Las bombillas LFC son más costosas que las bombillas incandescentes, pero su mayor eficiencia y vida útil significa que ahorrarás alrededor de $6 por año por bombilla (y $ 60 durante el ciclo de vida de la bombilla) si eliges esta opción.

Bombillas halógenas:

  • Utilizan un 25% menos de energía que las bombillas incandescentes estándar
  • Vida útil: 1-2 años (a 3 horas por día)
  • Iluminan al instante
  • Pueden atenuarse
  • Muestran con precisión los colores de los objetos
  • Produce luz blanca (perfectamente neutra, en contraposición a una luz más cálida o más fría)

Con respecto al proceso de iluminación, las bombillas halógenas son más similares a las bombillas incandescentes tradicionales. Convierten una gran cantidad de energía en calor y serán extremadamente calientes al tacto. Sin embargo, son también más eficientes, ya que le ahorran cerca de $ 7 por año durante sus pocos años de duración.

Bombillas LED (Diodos emisores de luz):

  • Utilizan 80% menos de energía que las bombillas incandescentes estándar
  • Vida útil: 18-46 años (a 3 horas por día)
  • Iluminan al instante
  • Muchas pueden atenuarse
  • Muchas trabajan con fotocélulas y temporizadores, algunas con sensores de movimiento
  • Algunas no pueden arrojar luz en todas las direcciones
  • Pueden ser más grandes y más pesadas que otras bombillas

Al ser la bombilla más eficiente cuando se trata de convertir la energía en luz, las bombillas LED son frescas al tacto porque convierten la mínima energía en calor. Aunque son las bombillas más costosas, también son las más duraderas y terminarás ahorrando alrededor de $ 7 por año por bombilla, lo que significa que muchas veces se pagan por sí mismas.

Cómo escoger las bombillas para tu hogar

Ahora que has podido comparar los diferentes tipos de bombillas de bajo consumo de energía, ¿cómo decides cuáles son las mejores para tu hogar?  Un buen lugar para comenzar es entender la terminología que los fabricantes de bombillas utilizan en el empaque.  En lugar de vatios, los fabricantes ahora están utilizando unidades llamadas lúmenes, que es una forma diferente de cuantificar el brillo de una luz.

La temperatura del color también es importante. Ésta se mide en escala Kelvin.

Comprendiendo la temperatura:

La luz viene en diversos colores y la mayoría de las bombillas que utilizamos en nuestros hogares varían de temperaturas calientes a frías. Las diferentes temperaturas de luz pueden verse mejor en diferentes áreas de tu casa.  Por ejemplo, es posible que quieras una iluminación cálida en un dormitorio para una sensación acogedora y romántica.  O podrías preferir una iluminación fría en las áreas donde lees mucho. La luz blanca es ideal para los cuartos de baño porque no distorsiona los colores de los objetos o el maquillaje.

¿Cómo sabes qué color será tu luz? Busca la medición Kelvin en el empaque de la bombilla y usa esta guía para averiguar la temperatura:

  • 2700 Kelvin: amarillo cálido
  • 3000 Kelvin: amarillo blanco
  • 3500 – 4100 Kelvin: blanco brillante
  • 5000 – 6500 Kelvin: blanco azulado

Comprendiendo el brillo:

La unidad a la que probablemente estés acostumbrado – vatios – no se traduce consistentemente entre los diferentes tipos de bombillas al medir el brillo. Una bombilla incandescente de 45 vatios es mucho más oscura que una LED de 45 vatios; un equivalente más cercano sería en realidad un LED de 9 vatios. La mejor manera de medir el brillo es con lúmenes, que miden la cantidad de luz que emite una bombilla en lugar de la energía que utiliza.

Cuanto más brillante es una bombilla, más lúmenes ofrece – no importa qué tipo de bombilla sea. Si te preguntas cómo traducir la medida del vatio que estás acostumbrado a lúmenes, mantén esto presente: una bombilla incandescente de 100 vatios es aproximadamente igual a 1600 lúmenes.  Si vas a reemplazar una bombilla incandescente de 60 vatios, busca una bombilla de ahorro de energía con 800 lúmenes. También, una bombilla incandescente de 40 vatios tendrá el mismo brillo que una bombilla de 450 lúmenes.

Consejos para tu hogar:

Aquí te brindamos algunos consejos adicionales para tener en cuenta al comprar luces para tu hogar. Estos te ayudarán a ahorrar dinero y aprovechar al máximo los beneficios únicos que cada tipo de bombilla puede ofrecerte.
Si estás tratando de cambiar de bombillas incandescentes a bombillas de ahorro de energía, considera reemplazar primero las que se usan con mayor frecuencia. Esto asegurará los mayores ahorros y también te permitirá decidir si te gusta la elección que has hecho antes de comprar más.

  • Utiliza bombillas LED para lámparas que enciendas y apagues frecuentemente (como en los baños). Las luces LED se encenderán al instante y su vida útil no se verá reducida por los ciclos de encendido / apagado como las bombillas LFC.
  • Utiliza bombillas LED en lugares donde se requiere luz instantánea, como pasillos y escaleras.
  • Para ahorrar energía: si tienes luces al aire libre, puedes instalar un sensor de movimiento o una fotocélula que encienda las luces cuando se oscurece.
  • Recuerda que las bombillas LFC y LED son generalmente más grandes y más pesadas que las incandescentes. Cuando reemplaces una bombilla incandescente, llévala a la tienda para asegurarte que el reemplazo no sea demasiado grande.
  • Evita las bombillas fluorescentes compactas (LFC) en las habitaciones de los niños u otras áreas propensas a accidentes. Estas luces liberan mercurio peligroso cuando se rompen.

Esperamos que este artículo te ayude a tomar decisiones inteligentes e informadas sobre la iluminación de tu hogar. Recuerda que cuando se trata de ahorrar energía, ¡el conocimiento es poder!

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